viernes, 28 de septiembre de 2007

Tanto tiempo esperando el verano y llega esto

Hay que ver cómo ha venido el veranito este año, y todo a modo de aviso por parte del cambio climático. Y es que nos estamos cargando el planeta. Con tanta tecnología y todavía no hemos aprendido lo más básico: hay que cuidar la materia prima, es decir, la naturaleza. Pero nosotros nada, nos liamos a construir, a talar árboles, a emitir gases, a tirar basura en medio del bosque, etc. y claro luego nos quejamos cuando pasan estas cosas. Reconozco que siempre me ha gustado más el invierno que el verano, porque me gustaba estar sola y ver una película en un día de frío y lluvia con una taza calentita de Nesquik y una manta en el sofá. Pero todos cambiamos y últimamente prefiero un buen día de sol, color y música alegre. De hecho, llevo todo el año esperando el verano. Este en concreto. Y es que este es mi primer verano de verdad, porque este año no tengo que estudiar. ¡Por fin! He cerrado casi por completo (hasta que me decida a hacer opos) mi etapa de estudiante. Ahora seré yo la profesora, "Dios nos coja confesados" -como diría una abuela católica en una peli americana. Llevo todo el año deseando que lleguen estas fechas para dedicarme a mis hobbies, a tomar el sol, a ver la tv por gusto y no por la necesidad de desconectar del stress, de hacer deporte por lo mismo, de echar mano de esa lista eterna de cosas que QUIERO y no TENGO que hacer. Y todo para esto. A fecha 12 de julio y todavía duermo tapada hasta el cuello y no abro una ventana ni de día ni de noche y es que no es sólo que no tenga calor que ya es raro es que incluso a veces tengo frío (vale, vale soy superfriolera, admitido). Pero lo que más me fastidia no es eso, ya que a mí pasar calor no me gusta nada, llevo mejor lo del frío; lo que más me afecta es cuando hace un día gris mi estado de ánimo está como el día: nublado. Cuando está nublado en invierno uno incluso medio-sonríe pero cuando está nublado en verano la mayoría de los días -como es mi caso aquí en Barcelona- es que te entran ganas de tirarte de los pelos. Y es que con esta luz, este día, este clima no da ganas de nada. Y cuando digo de nada es de nada: ni comer, ni dormir, ni salir, ni leer, ni ver la tv, ni de nada. Y es que odio las medias tintas, lo reconozco. Soy extremista y esa es mi cruz para todo, para bien y para mal: a mí que no me toquen las narices o que haga sol o que llueva leche que estoy entrando en un estado agobio-depresivo nada divertido. A este paso acabaré bajando todas las persianas de la casa y dibujando en ellas la playa, una sombrilla, un sol enorme y gente en bañador divirtiéndose. Así al menos cuando haga uno de estos días bajaré las persianas, encenderé la luz, plantaré una tumbona en el comedor y música con sonidos del mar de fondo y trataré de salir del paso ;)

12 Julio 2007 11'53h

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