martes, 19 de agosto de 2014

¿Por qué aparece la ansiedad?

Bueno, el grupo de facebook está yendo mejor de lo que yo pensaba. Ni en mis mejores deseos imaginé que iría tan bien. Hay muy buen ambiente, cada vez entra más gente (ya somos alrededor de 50) y ya he conocido en persona a algunas chicas y me han caído fenomenal. Me siento orgullosa de haberlo puesto en marcha. 

Pero hoy quiero hablar de otro tema. Hace tiempo escribí un post sobre la ansiedad y los ataques de pánico titulado Cómo distinguir un ataque de ansiedad de un infarto sobre el que recibo varios comentarios a menudo y sobre todo me escribe mucha gente por privado para darme las gracias porque les ha parecido útil la información. No sabéis lo feliz que me hace que mi experiencia - porque de verdad que me he convertido en un experta de primera mano- pueda ayudar a otras personas, es muy reconfortante. Así que hoy quiero hablar de la causa de este asunto ¿Por qué aparece la ansiedad?

La ansiedad no es más que una forma de comunicarse de tu cuerpo. Te está enviando un mensaje, normalmente te está diciendo "¡BASTA!" sobre algo que estás haciendo y que te perjudica. Pensemos un poco, ya sé que hay miles de casos pero los más comunes ¿cuánto aparece la ansiedad?: cuando hay cambios en el trabajo o tenemos un trabajo nuevo, cuando estamos preocupados por algo (por ejemplo un tema de salud de un familiar), cuando llevamos un ritmo de vida demasiado ajetreado y sobrecargado, etc. Sin darnos cuenta en todos los casos estamos maltratando a nuestro cuerpo: a veces no comemos o comemos demasiado o comemos mal, dormidos poco o muy mal, vamos siempre corriendo, estamos siempre nerviosos, no nos relajamos, no disfrutamos, etc. Nuestro cuerpo no está creado para que lo maltratemos, es muy resistente pero por suerte tiene un sensor de aviso como medida de autoprotección cuando el maltrato llega a un límite: este sensor de aviso es en forma de ansiedad. 

En ocasiones la ansiedad va de menos a más, y en otras ocasiones aparece de golpe y de forma brusca
a modo de ataque de pánico o ansiedad. En mi caso en particular apareció de golpe y de forma muy brusca: me atracaron por la calle y por suerte no me pasó nada. Pero en lugar de tratar de asimilarlo, desahogarme, echarlo, o lo que sea yo intenté hacerme la fuerte y seguir como si nada y entonces tuve mi primer ataque de pánico (el más fuerte que he tenido). Perdí el control por completo, yo, que siempre he sido tan medida en todo. Fue horrible y fue el inicio de un calvario. No os voy a aburrir con los detalles, sólo quería poner el ejemplo para ilustrarlo: me asusté, me sobrecogió y no me permité pararme a lamerme las heridas, y mi cuerpo protestó y reclamó mi atención porque sí que era algo importante que necesitaba prestarle atención.

A día de hoy, 10 años después, he aprendido mucho sobre mí misma, sobre mi cuerpo, sobre mi mente (y sus superpoderes para el bien y el mal) pero sobre todo he aprendido a pararme a escuchar a mi cuerpo, cosa que antes nunca hacía. Tienes que pararte a escucharlo para ver qué necesita: un rato para ti, que bajes el ritmo, que comas mejor, que desconectes, que no magnifiques las cosas, que necesita descansar, etc. 

En mi caso en particular, últimamente la ansiedad se activa cuando me traiciono a mí misma. Por ejemplo: hace tiempo que no tenía ansiedad y antes de ayer me dio otra vez. ¿Por qué? Pues porque yo había decidido días antes que me dedicaría la tarde a mí, llevaba tiempo sin hacerlo y me apetecía dedicar una tarde a mis cosas, a ordenar y organizar algunas cosas y a tener un ratito de ocio a solas. Sin embargo, una amiga me propuso quedar y no me apetecía mucho pero me insistió y soy así de tonta que me puse la última de la lista y a ella la primera. Me fui a tomar el café y todo estupendo, pero cuando llegué a casa por la noche viento la tv tranquilamente apareció la ansiedad. Mi cuerpo protestó porque me había traicionado a mí misma, hace mucho que me prometí ponerme a mí misma en la lista de mis prioridades y es algo que suena muy bien en la teoría pero que me está costando llevar a la práctica. Cuando digo "cuerpo" también incluyo la mente. La mente forma parte del cuerpo y como tal también necesita un descanso de vez en cuando. Yo llevaba días prometiéndoles una tarde agradable y relajada y en lugar de ello hizo doble turno, así que protestó en forma de ansiedad.

Como conclusión final me gustaría deciros que la ansiedad es una putada, se pasa realmente mal y cuesta mucho controlarla. Pero también la necesitamos, nos estamos pasando de la raya y necesitamos a ese "guardia" que nos toque el silbato y nos haga ser conscientes de ello. Así que para terminar con la ansiedad unos consejos de cosecha propia:

- Lo primero es que escuches a tu cuerpo, deja todo lo que estés haciendo y túmbate a escucharlo. ¿Qué necesita? ¿Qué pares? ¿Qué te relajes? ¿Qué duermas mejor? ¿Qué no le des tantas vueltas a algo?

- Lo segundo es que lleves una dieta sana y hagas ejercicio. Tu cuerpo necesita que lo mimes, necesita los mejores cuidados y la dieta y el ejercicio son los mejores. No hace falta que te machaques o te apuntes a un gimnasio, si lo haces genial pero sino igual basta con que salgas a caminar varias veces por semana.

- Lo tercero es que hables contigo misma con mucho cariño, que te digas frases tranquilizadoras y mantengas conversaciones internas para buscar el consenso. Y sobre todo, si le haces alguna promesa a tu cuerpo más vale que la cumplas porque de no hacerlo protestará enérgicamente. Así que ya lo sabes, si le has prometido bajar el ritmo y no lo haces la ansiedad aparecerá más fuerte. 

- Escucha a tu cuerpo y haz todos los cambios necesarios para darle lo que necesita, al fin y al cabo es donde vives y no podrás conseguir otro si te cargas el que tienes ;)