miércoles, 29 de octubre de 2014

En el mundo también pasan cosas buenas

Últimamente no veo ni el telediario, como mucho veo sólo los titulares u ojeo el periódico. Sé que puedo parecer irresponsable o despreocupada pero me da igual. No tengo que cumplir ningún estándar ni ser perfecta. Simplemente a nivel personal ahora tengo una lucha interna que requiere mucha energía y no puedo emplear esa energía en lidiar con las desgracias del resto del mundo. Y sobre todo estoy un poco cabreada con la mayoría de telediarios porque sólo muestran malas noticias (que son ciertas, por supuesto) pero... ¿es que ya no pasan cosas buenas en el mundo? A veces uno se desmotiva tanto viendo lo que te enseñan en la tele que acaba por pensar que ya no quedan buenas personas, actos altruistas, amor o cualquier cosa buena que te haga sentir bien y te devuelva la fé en la humanidad y reafirme tus ganas de vivir feliz. 

Bueno, pues hoy haciendo el tonto por la red he encontrado una web de "cosas buenas" tiene micro historias  de esas que te tocan y te hacen pensar. Os voy a dejar un enlace de uno de los mini artículos (hay artículos y vídeos) que más me han gustado: trata sobre las 5 cosas que la gente más se arrepiente antes de morir. Una enfermera que ha pasado años en cuidados paliativos ha recopilado las 5 cosas más comunes de las que nos arrepentimos todos cuando nos llega el momento. Para mí, personalmente, en este momento la que más me toca la fibra es la quinta. Voy a procurar esforzarme en recordármelo más a menudo y ponerlo en práctica porque es el objetivo de resolver mi lucha interna que va muy despacito pero muy bien. 

Si os gusta la página veréis que en la parte de abajo hay enlaces a más historias o artículos y cada vez que clicas sobre uno se renuevan los que hay abajo así que te enganchas y vas saltando de unos a otros. 

Aquí tenéis el enlace:

http://www.upsocl.com/comunidad/enfermera-revela-las-5-cosas-que-la-gente-mas-se-arrepiente-antes-de-morir/

Yo me lo voy a guardar en favoritos para venir a navegar por ahí cada vez que quiera ver las cosas buenas que no nos enseñan en las noticias: personas que liberan a una ballena atrapada en una red de pescadores, pandillas de moteros que protegen a niños maltratados, niños que cuentan lo valientes que fueron sus padres arriesgando sus vidas por ellos, etc. Lo que pasa es que esto no vende tanto como para sacarlo en las noticias. Pero por suerte, el mundo es mejor de lo que pensamos a veces porque todavía quedan personas con valores y buen corazón dispuestas a seguir trabajando por ello. 

Feliz semana!


sábado, 11 de octubre de 2014

Psicosupervivencia

Psicosupervivencia es el nombre de un blog que he descubierto muy recientemente y que recomiendo muchísimo. Sólo he leído un par de artículos hasta el momento pero como me gustaron mucho me suscribí a su lista de newsletter y automáticamente se me envió una Guía práctica para evitar al psicólogo.  Uff que a saco voy hoy, a ver, este blog (y la guía) están escritos por Marina Díaz, una psicóloga española NORMAL. ¿Por qué pongo normal? Porque una de las cosas que más rabia me dan de los psicólogos es que escriben (y algunos hablan) con una pedantería que te cansa. Esta chica habla como tú y como yo, y escribe tal cual piensa. Me encanta. Me estoy leyendo la guía poco a poco saboreándola y reflexionando sobre lo que dice porque dice cosas sencillas, claras y que te hacen entender muchas cosas de ti misma y del mundo. Es una guía en la que te habla de la vida y sobre que hay cosas que puedes hacer por ti mismo para tener más calidad de vida sin tener que ir a un psicólogo. ¿Se tira piedras sobre su propio tejado? No. Simplemente pone de manifiesto que hay mucha gente aprovechándose del sufrimiento de los demás y haciendo negocio y que los psicólogos están para cuando los necesita de verdad y que puede que no todo el mundo los  necesite si tiene las herramientas adecuadas para lograr una mejor calidad de vida y resolver los obstáculos que se encuentra por el camino. Es la labor de una profesional altruista y vocacional que desea un mundo de personas más felices. Quisiera contar mil cosas más para convenceros de lo que lo visitéis pero tampoco quiero desvelar nada para no romper el encanto así que lo mejor que puedo hacer es dejaros el enlace para que visitéis su blog. La guía os la manda cuando os suscribís a su newsletter es cortita (55 páginas) que se leen más rápido de lo que gustaría. 

Blog de PSICOSUPERVIVENCIA



Feliz finde!

jueves, 25 de septiembre de 2014

¿Perder el tiempo o dedicarse tiempo?

Nunca he sido una chica muy femenina ni cuidadosa en los detalles que cuidan otras mujeres como el peinado, el maquillaje, las cremas, los complementos, etc. Si alguna vez ha salido el tema me he referido a ello como "no me interesa", "no es mi estilo" o lo más común "no puedo perder el tiempo con esas cosas". En mi círculo siempre había amigas que se pasaban bastante tiempo arreglándose incluso a diario: el peinado, el maquillaje, elegir modelito, complementos, etc. Yo sólo me ponía unos tejanos, algo de arriba, mis zapatos (tengo dos o tres pares como mucho, no doscientos o trescientos como muchas), me cogía una coleta o me lo dejaba suelto y lista. 

Por un lado, es verdad que me molestaba que mis amigas fueran tan presumidas y siempre me tocara 
esperarlas. Pero por otro, también es verdad que ellas iban super guapas y yo siempre me sentía un poco el patito feo. Siempre he sido la típica empollona que se cuida poco porque prefiere la belleza natural y el cerebro antes que el físico. Siempre he sido como Alex de Modern Family.

Pues bien, hace unas semanas estaba viendo unos de estos programas de cambio de look (otro día hablaré de ellos) y la presentadora que siempre va divina de la muerte le preguntó a la invitada que era una chica como la descripción que acabo de hacer que por qué no se arreglaba nunca. La chica le contestó que para ella eso era perder el tiempo, que apreciaba mucho su tiempo y prefería invertirlo en algo valioso. Tengo que decir que la muchacha en sí era super altruista y dedicaba la mayor parte de su tiempo a colaborar con una ONG. Hasta aquí bien, yo de acuerdo con ella. Pero entonces me sorprendió lo que la presentadora le contestó: 

"A mí me gusta cuidar mi aspecto, me hace sentir bien y decido invertir tiempo en sentirme bien, en cuidarme y aprovechar para tener ese ratito para mí. Considero que soy lo más valioso de mi vida y por eso tengo que cuidarme y valorarme". 

Esto ya me dio que pensar. 

La chica no quedó del todo convencida así que se fue con ella a una reunión que tenía preparada con inversores para recaudar fondos para su ONG. Les hizo su presentación y al final la presentadora les preguntó si invertirían en su proyecto y por qué. La mayoría dijeron que no porque a pesar de haberles planteado un buen proyecto su aspecto les inspiraba una falta de confianza, les daba sensación de descuido y falta de seguridad. Entonces hizo que la chica se cambiara de ropa, se maquillara y se arreglara un poco el pelo y preparó otra reunión. Hizo la misma presentación pero esta vez la mayoría de los presentes estaban dispuestos a invertir porque les inspiraba confianza, responsabilidad, seriedad, seguridad, etc. 

Y aquí ya empecé a darle más vueltas a los asuntos: 

1) Nunca me había parado a pensar que pararme a peinarme, maquillarme, elegir el modelito, complementos, etc. era una manera de cuidarme, de dedicarme tiempo y de tener un ratito para mí. Siempre lo había interpretado como una exigencia de la sociedad, la moda, etc. Y como no me gusta hacer las cosas porque todo el mundo las hace no le encontraba sentido. Por otro lado, lo que más me dio que pensar es que como comentaba en el post anterior siempre he antepuesto todo antes que yo. Yo siempre he sido lo último de mi lista: trabajo, familia, amigos, responsabilidades, etc. y al final yo. Siempre me he dejado al final porque tenía la autoestima bajo mínimos y por supuesto nunca me he considerado valiosa. Esto es parte de lo que hablaba el otro día que ya estoy cambiando, empiezo a verme, a quererme, a valorarme y a darme la prioridad nº 1 en mi vida.

2) Nunca me había parado a pensar en lo que puede influir mi aspecto. Siempre he sido de las de "me importa un churro lo que opinen los demás" porque intentaba tener en cuenta mi propia opinión de mí misma. Pero es verdad que es importante, y no sólo en el ámbito laboral sino en todas las relaciones que mantienes con otras personas. Tu aspecto dice mucho de ti, aporta información sobre ti y si no te cuidas ese es el mensaje que transmites: no me cuido, no me quiero, no me considero valiosa, no confío en mí, etc. 

Después de todo este rollo, a donde quería llegar como conclusión es a que he empezado a intersarme más por esos temas "femeninos" que nunca me habían interesado hasta ahora y me empiezan a gustar bastante. Empiezo a fijarme en que hay más peinados más allá de la cola de caballo o el pelo suelto, en la importancia de los complementos, de los colores, de saber elegir ropa que te favorece, etc. Por supuesto soy absolutamente ignorante en este mundillo y sé cero patatero sobre cosas de maquillaje, peluquería, estilismo, pedicura, etc. pero estoy dispuesta a aprender. Incluso estoy muy ilusionada porque se me ha ocurrido la idea de montar una web con todo lo que vaya aprendiendo y descubriendo. Me hace ilusión por tener un sitio donde tener toda esa información recogida y creo que también me gustará compartirlo con otras personas que quizá se hayan sentido alguna vez como yo. Me ayudará a seguir creciendo y seguir conociéndome y sobre todo a sentirme mejor conmigo misma. 

Creo que hoy en día la publicidad, el cine, la música, etc. nos presentan a mujeres tan bellísimamente inverosímiles que a veces no apabullan y hacen que nos sintamos peor con nosotras mismas porque nunca llegaremos a ser tan guapas y espectaculares como ellas. A veces nos sentimos incluso menos mujeres o lo peor con menos derecho a sentirnos guapas, sexys, atractivas y a gusto con nuestros cuerpos y nuestro aspecto. Es por ello que es importante conocerse a una misma y distinguir los trucos de photoshop y de esos super profesionales del maquillaje, la fotografía, la iluminación y la peluquería. Como ejemplo de ello, os dejo una foto de una mujer que he descubierto recientemente: se llama Egypt Sherrod y es la presentadora de un programa de venta de casas de Divinity (Recién Hipotecados). Egypt es de esas pocas mujeres que defienden la belleza natural de la mujer, las curvas, la realidad y no se esconden. Ella misma publicó las fotos que veís abajo alabando el gran trabajo de su equipo de maquillaje y peluquería. En el pie de foto ponía algo así como "esta mañana en el gimnasio y por la tarde en el trabajo. Increíble!! Gracias al magnífico equipo de profesionales con el que trabajo!!".  Ojalá hubiera más mujeres como ella. Me ha encantado :)


¿Y tú? ¿Dedicas tiempo a cuidarte o no te consideras lo suficientemente valiosa?

domingo, 21 de septiembre de 2014

Salir de la zona de confort

¿Sabéis la típica peli donde la chica de pueblo decide cambiar de vida y probar suerte en la gran ciudad? Me siento un poco así últimamente. Y no me refiero al glamour, la sonrisa de oreja a oreja por la ilusión y la música chula cuando alquila el apartamento y le hace una puesta a punto. Me refiero al miedo que da salir de tu zona de confort, hacer algo que nunca has hecho y no tienes ni idea de cómo va a salir ni de cómo te las vas a apañar. 

En mi caso, llevo toda mi vida haciendo las cosas de la misma manera, sin pensar mucho puesto que el camino estaba pre-establecido con anterioridad. Muchos de nosotros hemos sido educados en un camino de obstáculos numerados: acabar el insti, ir a la universidad, casarse, tener hijos y un trabajo estable. Éste era el orden de los elementos habitual en las últimas décadas; de hecho, si alterabas el orden y tenías un hijo antes de casarte por ejemplo estaba mal visto, la sociedad te condenaba moralmente. 

Yo seguí ese camino pero me quedé en el comienzo: terminé la carrera, tenía pareja estable y ahora necesitaba un trabajo para poder casarme y tener hijos. Pero yo acabé la carrera en 2007, justo el momento en el que estalló la crisis. A día de hoy, 7 años después, la cosa no ha hecho más que empeorar y lo de conseguir trabajo por muchos estudios que tuviera e incluso experiencia era misión imposible. 

Esto me llevó a una depresión profunda. Tantos años trabajando duro, dejándome la piel y ahora no tenía nada. Yo lo había hecho todo correctamente, había seguido el camino marcado y no podía continuar porque no se estaba cumpliendo el plan pre-establecido. Me hundí, no supe que hacer y lo peor es que di cuenta de que la depresión en sí no era sólo por lo inútil que te puedes sentir sin trabajo sino porque me di cuenta de que llevaba toda mi vida dándolo todo por mi vida profesional, había dado tanto que incluso había incluido mi vida personal, todo mi yo. Así que cuando la inversión en lo profesional fracasó todo se hundió, incluida yo. No quedaba nada. Sentía que mi vida carecía de sentido y me sentía culpable, castigada, sin saber por qué. Yo lo había hecho todo correctamente y ahora no había nada al final del camino.

Una tarde se me ocurrió la idea de esforzarme un poco más: me matriculé en magisterio, lo cual aumenta enormemente mis posibilidades de trabajo a corto plazo puesto que formo parte de la bolsa de profes interinos desde hace años. Así que nada, el año pasado me matriculé de 14 asignaturas. El plan era hacer 3 años en 2 para acabar cuanto antes y poder trabajar. 

¿Resultado? A nivel académico fenomenal todo aprobado y con nota, sin embargo a nivel personal ha sido de los más desastrosos. El precio de llevar a cabo el plan pasa por privarme de vivir casi literalmente. Me he pasado el año rotando de la cama a la silla del pc y al sofá un ratito con suerte alguna noche. Apenas he salido, me he puesto mala no sé cuántas veces ni de cuántas cosas diferentes, apenas he visto a nadie (casi ni a mi novio y vivo con él), el nivel de estrés y ansiedad ha alcanzado niveles altísimos y mi autoestima se ha ido volatilizando. Cada vez me sentía peor. Es esa sensación divergente que te hace preguntarte ¿por qué mientras mejor se supone que hago las cosas peor me siento conmigo misma? Aún dejándome la piel y sacando notazas me sentía traicionada.

Hace unos días he tenido que tomar una decisión: continuar como hasta ahora dejándome la piel en lo que hago y sufriendo pero de un dolor conocido o arriesgarme a lo desconocido. Hacer algo nuevo siempre da miedo: puede ser genial pero también puede empeorarlo todo. Por eso hay muchas personas que se quejan de su situación pero no hacen nada para cambiarla, porque a pesar de estar pasándolo mal conocen la situación y se sienten dentro de su zona de confort. A veces escuchamos a personas quejándose de que no soportan determinada situación y cuando les planteas alternativas viables ves que ponen mil excusas y como que esquivan el tema. Esto es porque el miedo frente a lo desconocido es peor que el sufrimiento habitual.

Pues yo he decidido ser valiente y salir de mi zona de confort: estoy acostumbrada a ser una estudiante excelente aunque para ello tenga que prescindir de tener vida. Como he dicho antes el anterior año ha sido uno de los peores de mi vida, vamos que ha sido un año no-vivido sino sobrevivido y ahora estaba a punto de cometer el mismo error: iba a matricularme de todos los créditos que me quedan y a pasar otro año encerrada con tal de acabar la carrera y cumplir mi objetivo de hacerla en dos años para poder trabajar cuanto antes. Pero no, esta vez no, esta vez he decidido hacer algo que nunca antes me había atrevido a hacer: he desobedecido a mi Pepito Grillo y me me matriculado de la mitad. No acabaré este año, acabaré a mediados del siguiente. ¿Por qué? Pues porque elijo vivir. Elijo un año en el que no sólo pueda disfrutar de lo que estoy estudiando sino de que pueda cambiar mi vida para siempre.

Siempre he sido la chica obediente que ha seguido las normas al pie de la letra. Pero ahora voy a crear MIS PROPIAS NORMAS. Ahora voy a aprender a VIVIR. Voy a cambiar todo lo que llevo años deseando que cambie pero sin poner medios para ello: voy a reengancharme al gimnasio, voy a adelgazar haciendo ejercicio y comiendo sano (parte del precio del año pasado incluyó engordar unos 13 kgs nada menos), voy a salir de casa todos los días, voy a quedar con mis amigas para tomar algo a menudo, voy a hacer planes de salidas los fines de semana, voy a tener tiempo para mi chico, voy a volver a escribir aquí que es de mis cosas favoritas del mundo y de las que menos hago, voy a seguir estudiando inglés para mí, voy a tener tiempo para mi familia y sobre todo me voy a convertir en la persona que siempre he querido ser pero he tenido miedo de ello. 

Es una cuestión de valentía, como cuando te subes a un trampolín y cuando estás a punto de saltar te entra miedo y lo ves muy alto. Tienes dos opciones: darte la vuelta y seguir en tu zona de confort a salvo o cerrar los ojos, sonreír, confiar y saltar!! 

Se me ocurren varias frases de esas que me gustan que ilustran este pensamiento:

Si nunca haces más de lo que has hecho, nunca llegarás más de dónde has llegado.

Cuando camines por la vida verás un precipio: SALTA. No es tan grande como parece. 

Todo cambio siempre trae consigo una nueva oportunidad. 

Iniciar un nuevo camino asusta. Pero sólo después de cada paso nos damos cuenta de lo peligroso que era quedarnos en el mismo lugar.

Y uno de mis nuevos mantras favoritos:





martes, 19 de agosto de 2014

¿Por qué aparece la ansiedad?

Bueno, el grupo de facebook está yendo mejor de lo que yo pensaba. Ni en mis mejores deseos imaginé que iría tan bien. Hay muy buen ambiente, cada vez entra más gente (ya somos alrededor de 50) y ya he conocido en persona a algunas chicas y me han caído fenomenal. Me siento orgullosa de haberlo puesto en marcha. 

Pero hoy quiero hablar de otro tema. Hace tiempo escribí un post sobre la ansiedad y los ataques de pánico titulado Cómo distinguir un ataque de ansiedad de un infarto sobre el que recibo varios comentarios a menudo y sobre todo me escribe mucha gente por privado para darme las gracias porque les ha parecido útil la información. No sabéis lo feliz que me hace que mi experiencia - porque de verdad que me he convertido en un experta de primera mano- pueda ayudar a otras personas, es muy reconfortante. Así que hoy quiero hablar de la causa de este asunto ¿Por qué aparece la ansiedad?

La ansiedad no es más que una forma de comunicarse de tu cuerpo. Te está enviando un mensaje, normalmente te está diciendo "¡BASTA!" sobre algo que estás haciendo y que te perjudica. Pensemos un poco, ya sé que hay miles de casos pero los más comunes ¿cuánto aparece la ansiedad?: cuando hay cambios en el trabajo o tenemos un trabajo nuevo, cuando estamos preocupados por algo (por ejemplo un tema de salud de un familiar), cuando llevamos un ritmo de vida demasiado ajetreado y sobrecargado, etc. Sin darnos cuenta en todos los casos estamos maltratando a nuestro cuerpo: a veces no comemos o comemos demasiado o comemos mal, dormidos poco o muy mal, vamos siempre corriendo, estamos siempre nerviosos, no nos relajamos, no disfrutamos, etc. Nuestro cuerpo no está creado para que lo maltratemos, es muy resistente pero por suerte tiene un sensor de aviso como medida de autoprotección cuando el maltrato llega a un límite: este sensor de aviso es en forma de ansiedad. 

En ocasiones la ansiedad va de menos a más, y en otras ocasiones aparece de golpe y de forma brusca
a modo de ataque de pánico o ansiedad. En mi caso en particular apareció de golpe y de forma muy brusca: me atracaron por la calle y por suerte no me pasó nada. Pero en lugar de tratar de asimilarlo, desahogarme, echarlo, o lo que sea yo intenté hacerme la fuerte y seguir como si nada y entonces tuve mi primer ataque de pánico (el más fuerte que he tenido). Perdí el control por completo, yo, que siempre he sido tan medida en todo. Fue horrible y fue el inicio de un calvario. No os voy a aburrir con los detalles, sólo quería poner el ejemplo para ilustrarlo: me asusté, me sobrecogió y no me permité pararme a lamerme las heridas, y mi cuerpo protestó y reclamó mi atención porque sí que era algo importante que necesitaba prestarle atención.

A día de hoy, 10 años después, he aprendido mucho sobre mí misma, sobre mi cuerpo, sobre mi mente (y sus superpoderes para el bien y el mal) pero sobre todo he aprendido a pararme a escuchar a mi cuerpo, cosa que antes nunca hacía. Tienes que pararte a escucharlo para ver qué necesita: un rato para ti, que bajes el ritmo, que comas mejor, que desconectes, que no magnifiques las cosas, que necesita descansar, etc. 

En mi caso en particular, últimamente la ansiedad se activa cuando me traiciono a mí misma. Por ejemplo: hace tiempo que no tenía ansiedad y antes de ayer me dio otra vez. ¿Por qué? Pues porque yo había decidido días antes que me dedicaría la tarde a mí, llevaba tiempo sin hacerlo y me apetecía dedicar una tarde a mis cosas, a ordenar y organizar algunas cosas y a tener un ratito de ocio a solas. Sin embargo, una amiga me propuso quedar y no me apetecía mucho pero me insistió y soy así de tonta que me puse la última de la lista y a ella la primera. Me fui a tomar el café y todo estupendo, pero cuando llegué a casa por la noche viento la tv tranquilamente apareció la ansiedad. Mi cuerpo protestó porque me había traicionado a mí misma, hace mucho que me prometí ponerme a mí misma en la lista de mis prioridades y es algo que suena muy bien en la teoría pero que me está costando llevar a la práctica. Cuando digo "cuerpo" también incluyo la mente. La mente forma parte del cuerpo y como tal también necesita un descanso de vez en cuando. Yo llevaba días prometiéndoles una tarde agradable y relajada y en lugar de ello hizo doble turno, así que protestó en forma de ansiedad.

Como conclusión final me gustaría deciros que la ansiedad es una putada, se pasa realmente mal y cuesta mucho controlarla. Pero también la necesitamos, nos estamos pasando de la raya y necesitamos a ese "guardia" que nos toque el silbato y nos haga ser conscientes de ello. Así que para terminar con la ansiedad unos consejos de cosecha propia:

- Lo primero es que escuches a tu cuerpo, deja todo lo que estés haciendo y túmbate a escucharlo. ¿Qué necesita? ¿Qué pares? ¿Qué te relajes? ¿Qué duermas mejor? ¿Qué no le des tantas vueltas a algo?

- Lo segundo es que lleves una dieta sana y hagas ejercicio. Tu cuerpo necesita que lo mimes, necesita los mejores cuidados y la dieta y el ejercicio son los mejores. No hace falta que te machaques o te apuntes a un gimnasio, si lo haces genial pero sino igual basta con que salgas a caminar varias veces por semana.

- Lo tercero es que hables contigo misma con mucho cariño, que te digas frases tranquilizadoras y mantengas conversaciones internas para buscar el consenso. Y sobre todo, si le haces alguna promesa a tu cuerpo más vale que la cumplas porque de no hacerlo protestará enérgicamente. Así que ya lo sabes, si le has prometido bajar el ritmo y no lo haces la ansiedad aparecerá más fuerte. 

- Escucha a tu cuerpo y haz todos los cambios necesarios para darle lo que necesita, al fin y al cabo es donde vives y no podrás conseguir otro si te cargas el que tienes ;)

viernes, 18 de julio de 2014

Hacer amigos de adulto ¿misión imposible?

Qué difícil es hacer amigos cuando eres adulto. Me refiero a amigos-amigos, no conocidos o compis del curro. Actualmente me encuentro en una situación que parece bastante común por lo que leo por los foros: mis amistades han hecho su vida a otro ritmo (hijos, trabajos absorbentes, novios-lapa, etc.) y me gustaría conocer amigas nuevas para salir a dar un paseo, tomar un café, ir a la playa, etc. Y digo amigAs porque parece que es difícil tener amigos masculinos que no quieran ir más allá de una amistad a estas edades. Así que lo he reducido a amigas, me gustaría hacer nuevas amigas. Ojalá encontrara amigas de verdad como el grupito que tenía en el insti (que hemos acabado desperdigadas y desconectadas por mudanzas, hijos, maridos, etc.). Yo no tengo hijos y con 32 años parece que eso te aisla un poco porque no entras en el club de las mamis (ni me apetece) y no estás para discotecas y farras como las de antes. Cuesta encontrar alguien normal hoy en día. Entras en un foro y todo son "amistad y lo que surja" o lo que no entiendo que cada vez está más de moda: gente para crear grupos por whatsapp. Repito no lo entiendo. En mi familia somos 7 miembros que tenemos un grupo para mandarnos fotos de la peke y para ponernos de acuerdo en algunas cosas y os aseguro que cuando hablamos más de cuatro es un lío tremendo. No entiendo como hay gente que crea grupos multitudinarios de whatsapp, tiene que ser imposible mantener una conversación. Aunque no sé, quizá conversar no sea exactamente el objetivo... Además, una chica me ha comentado que por qué no hacía un grupo en whatsapp que no era tan íntimo como facebook ¡¿cómo?! En facebook te puedes inventar la info o no rellenarla directamente pero si le das tu nº de teléfono a alguien ¿¿¿¿eso no es íntimo????

 En resumen, que viendo que hay más chicas como yo desperdigadas por España me he decidido a
crear un grupito para chicas en facebook. He pensado que sería una buena opción tener un lugar de encuentro para hablar de nuestros temas y, además, en facebook tienes la opción de hablar en el grupo o en privado y si conoces a alguien cerca poder quedar en persona después de haber hablado un tiempo. A veces quedas en persona con alguien -a mí me ha pasado con dos chicas de mi ciudad- y luego nos costaba tener una conversación, y mira que yo hablo por los codos pero es que con una tenía muy poco en común y se pasó más tiempo mirando el móvil que otra cosa y la otra era tan tímida que parecía que la estaba interrogando. En fin, que he creado el grupo porque puse un anuncio en un foro proponiéndolo y algunas chicas me comentaron que estaban interesadas. De momento somos 3 contando conmigo, tengo la esperanza de que se vayan uniendo las demás y que salga bien el experimento. Ojalá que sí porque he puesto mucha ilusión en ello y no quiero llevarme un chasco.