martes, 17 de febrero de 2009

Exceso de adrenalina

A veces me pasa. No muy a menudo pero me suele pasar. Tengo como un exceso de adrenalina en el cuerpo o algo así. Me pasa cuando me harto de algo, me cabreo o las obligaciones me ahogan tanto que el agobio parece el vapor a punto de hacer estallar una olla a presión. Entonces tengo ganas de ponerme a correr y no parar, de ponerme a darle puñetazos a un saco de boxeo, de zambullirme en una piscina y nadar hasta caer desfallecida o de coger el coche, llenar el depósito, enchufar mis mejores cd's, arrancar y no mirar atrás. Si por mi fuera ahora mismo me subiría al coche y me iría unos días a estar conmigo misma y con el móvil apagado. Pero eso sólo pasa en las pelis, cuando el prota tiene dinerito para hacer estas cosas y puede dejar el trabajo o sus obligaciones diarias sin dar explicaciones. Yo no estoy en una peli así que cuando me pasa esto me pongo la música a todo volumen, voy haciendo cosas mecánicas que no requieran de mi cabeza (limpiar, ordenar, caminar o hacer deporte) y dejo que los pensamientos se sucedan. A veces me imagino conduciendo por una carretera solitaria y muy larga, con un sol de justicia, sintiendo el viento en la cara, cantando sin reparos, sintiéndome libre, escapando. Tengo ganas de escapar, de huir, de desvanecerme. Si tuviera una poción mágica me haría invisible e iría a tumbarme en la arena frente a las olas. El mar. Me encanta. Me da miedo, pero también me fascina. Me gustaría estar en una playa de aguas cristalinas con la seguridad de que no hay ningún bicho que me pueda hacer daño, coger unas gafas de bucear y dedicarme a ello hasta que no haya luz. A veces se me va la olla con los pensamientos y cuando me doy cuenta estoy en casa con el chándal puesto, el trapo del polvo en una mano, los ojos cerrados y bailando como una posesa. Se me va la pinza... Me gusta bailar, me divierte. Nunca he pensado que lo hiciera bien pero tampoco me ha importado. Lo que más me gusta de bailar es que es otra forma de sentirse libre, dejarse llevar y ya está. Creo que lo que me pasa hoy es algo que le pasa a mucha gente más o menos a menudo: necesito sentirme libre, desatada, respirar aire puro, explotar. Llevo tiempo acumulando preocupaciones, comeduras de olla, disgustillos, etc. y siento que cada vez tengo más obligaciones y la mayoría de ellas injustas. Aunque lo que es peor es el puñetero sentido del bien con el que nací que me impide volverme inútil y vivir bien como hacen muchos. Creo que por eso me da tanta rabia la gente así. Hay gente que se hace pasar por inútil, lo hace todo mal o no deja de quejarse hasta que le hacen las cosas y para colmo hay otra gente que hace sus tareas y la de los inútiles porque no le cuesta nada, porque pobrecito él/ella no sabe, o porque otra persona se lo pide y no sabe decir que no. No hablo de nadie en concreto, sino de un tipo de gente en general. Me indigna. Me indigna porque yo soy de otro grupo, del grupo que trata de dar lo mejor de sí, de hacer las cosas lo mejor que puede, de aprender algo nuevo cada día, de llevar toda la carga adelante y trata de sonreír. Porque además, el grupo de los inútiles no sé por qué no suelen tener muy buen humor y siempre están refunfuñando y quejándose. Y si encima vas tú y te quejas de los inútiles resulta que eres una mala persona y no tienes corazón, porque "pobrecillos es que no pueden o no saben", la culpa no es de ellos es de los que se lo permiten. ¡A los permisivos habría que echarles un buen cubo de agua helada encima a ver si abren los ojos de una puñetera vez! Antes tenía mucho más aguante. Creo que antes aguantaba años y ahora exploto en cuestión de semanas. Un día hace mucho exploté del todo y me di cuenta que el mundo seguía. Así que ahora cuando no puedo más simplemente exploto, como hoy. Es necesario vaciar el vaso de tanto en tanto antes de que la presión del agua lo reviente y no pueda volver a usarse. Aunque tampoco vale eso de "vale va exploto y luego otra vez igual". Intento que no sea igual. Cuando vacío el vaso me tomo mi tiempo y tomo nuevas decisiones para cambiar las cosas. Hago una lista de todas las cosas que me han llevado hasta este momento, todo lo que me harta, me revienta, me fastidia y me indigna y como si fuera un problema de cálculo le busco la solución. Para todo esto necesito mi tiempo y mi ritmo y me vuelvo un poco antisocial, no tengo ganas de hablar ni de que me hablen y en general estoy enfadada con todos. Todos los que me rodean tienen su granito de culpa, porque a veces uno está tan inmerso en su vida que no se da cuenta de cómo la vive el que tiene al lado. Yo soy rematadamente idiota e intento mirar cómo viven la vida los demás casi todos los días, procuro ponerme en sus situaciones pero luego me doy cuenta de que nadie hace eso conmigo y me cabreo. Me canso. Me siento tonta, estúpida. Tengo la sensación de que el egoísmo de los demás me hace invisible. Necesito desaparecer, respirar hondo y encontrar soluciones. Soy el elemento común de multitud de subconjuntos -como los circulitos esos que nos enseñaban en mates- pues yo soy la bolita que está pillada dentro de varios a la vez y ninguno se da cuenta de son demasiados círculos. Sé que soy la única que puede impedir que esto vuelva a suceder, pero no puedo evitar enfadarme con los miembros de cada círculo que no hacen más que ponerme peso y no se dan cuenta de que me ahogan.

Lo siento, por la rayada y por si no se entiende. No siempre escribo para que se entienda, a veces escribo para mí. No lo arregla, pero ayuda.

martes, 10 de febrero de 2009

Ventajas de llevar un diario

Hace tres o cuatro años que llevo un diario y procuro escribir en él cuatro o cinco líneas cada día. Siempre me ha gustado escribir, es más, a veces lo necesito. Así que solía escribir en hojas de libreta que con los años se han amontonado en una caja de cartón. Pero hace algunos años empezó a darme la neura de que mi vida era muy monótona y rutinaria, de que a veces pasaban los días e incluso las semanas y no me daba ni cuenta. Cada día me parecía igual, igual de insulso (mala época, se nota). Así que para tratar de no volverme loca y percibir los cambios y el paso del tiempo empecé un diario. Sabía que no sería lo suficientemente constante como para escribir una página entera cada día así que en lugar de un diario me compré una agenda de bolsillo. Esa agenda me permitía escribir unas cuatro o cinco líneas cada día, cosa que no me llevaba más de cinco minutos. Y las ventajas desde entonces han sido muchas: ahora tengo constancia de que el tiempo pasa realmente porque sólo tengo que abrir una hoja hace X meses y ver cómo ha cambiado todo; cuando creo que todos los días son iguales echo un vistazo y constato que son parecidos pero que poco a poco se van diferenciando; cuando tengo la sensación de que mi mala racha está durando mucho hago lo mismo y me doy cuenta de que he tenido días muy felices; cuando me pregunto cómo ha cambiado mi vida cojo un diario de hace un par de años y me doy cuenta de algunos cambios; leo mi vida y cuando hay algún capítulo que no me gusta empiezo a tomar nota de cómo voy a ir cambiándola; pero sobretodo, lo que más me gusta, es que hay pequeños detalles que una anota de forma anécdótica y que luego se convierten en los pequeños detalles que hicieron de aquel día un gran recuerdo :)

¿Alguno de vosotros también lleva un diario?

sábado, 7 de febrero de 2009

Amanda Bynes tiene algo

A pesar de que fue rodada en 2005 acaba de llegar a nuestras pantallas Mi ligue en apuros (Lovewrecked), protagonizada por Amanda Bynes y Chris Carmack (el musculitos de The O.C.). Esta peli es la materialización de los sueños de muchas freakyfans o fanáticas de algún actor, modelo o cantante (momento que casi todas hemos vivido en nuestra vida). Dicho sueño se basa en que por circunstancias X te encuentras en una isla desierta con el hombre de tus sueños, ese adorado Dios cuyos posters hacen que apenas se adivine el color de las paredes de tu cuarto. Bueno, ahí lo tienes, él y tú solos ¿y ahora qué? Echarle un vistazo al trailer si os llama la atención.
Puedo presumir de haber visto casi todas las pelis de Amanda. La conocí en Un sueño para ella, donde se reencuentra con su estirado pero adorable padre -un famoso político británico que no tenía ni idea de que tenía una hija- encarnado por el siempre encantador Colin Firth. Aquí vemos como una adolescente estadounidense coge una maleta y cruza el charco para darse a conocer y vivir junto a su padre teniendo que adaptarse a nueva vida en una sociedad totalmente diferente y un nivel de vida insoñable para ella hasta entonces. Muy divertida y con un toque romántico. Os la recomiendo.

También la he visto en Ella es el chico, en la que se disfraza de su hermano gemelo para demostrarle al mundo que una chica no sólo sabe ser toda una dama sino también una buena futbolista. Recomendadísima ni que sea sólo por ver a Channing Tatum haciendo de musculitos descerebrado como ya os conté en otro post hace tiempo.

Sydney White (una novata en un cuento de hadas) o lo que es lo mismo, Blancanieves adaptada a los tiempos modernos, ha sido una de sus últimas pelis. Y en ella la vemos con unos kilitos de más de los cuales me alegro un montón porque empezaba ya a preocuparme en la última temporada de Lo que me gusta de ti. Esta peli no tiene mucha más miga que la adaptación del popular cuento tradicional. Original en algunos detalles como el de la manzana envenenada y el espejito mágico pero por lo demás, previsible. Eso sí, la banda sonora no tiene desperdicio.

Me queda verla en Hairspray, que no me atrevo mucho porque no me van los musicales y en Gordo mentiroso, que es una de esas pelis que tengo en la lista de "pendientes". Pero si después de ver alguna de sus pelis os gusta su cuidadísimo lenguaje corporal (a veces me recuerda a Chaendler de Friends, que decían que hablaba con las manos), sus ojazos, o sus mil y una expresiones faciales recordar que podéis verla junto a Jennifer Garth (Kelly de Sensación de Vivir) en las cuatro temporadas de Lo que me gusta de ti. Una sitcom que dura unos 20minutitos y te hace pasar un rato distraido y agradable mientras la ves.



miércoles, 4 de febrero de 2009

¿Las mujeres nos hemos llevado la peor parte?

Ésta es una pregunta que me he planteado más de una vez. Normalmente lo pienso un rato y al final procuro pensar en otra cosa porque casualmente siempre que doy con esta pregunta es porque he tenido un mal día o estoy en plan negativo. Aprovecho ahora que llevo un día normal y soy objetiva para pensarlo detenidamente en voz alta y pediros vuestra opinión.

- A las mujeres nos toca hacer colas interminables en los wc públicos porque no podemos mear de pie como los tíos en cualquier sitio.

- La sociedad nos presiona para que vayamos siempre de punto en blanco aunque eso se traduzca en verdaderas torturas como por ejemplo depilarse con cera caliente cualquier parte del cuerpo. La de hombres que lo prueban y los gritos que dan...

- Normalmente solemos percibir inferiores salarios por el mismo sueldo y tenemos acceso a menor número de puestos laborales sólo por ser mujeres.

- El mundo laboral se cree con derecho a meterse en nuestras vidas y decidir cuándo le viene bien que seamos mamás.

- Cuando nos quedamos embarazadas no sólo sufrimos físicamente todo lo que eso significa (dolor de pies, de espalda, malas digestiones, náuseas, sensación de hinchazón, insomnio, y un largo etcétera).

- Por si fuera poco cuando nace el bebé solemos ser nosotras las que renunciamos a nuestras carreras y nos quedamos un tiempo en casa. Cosa que el marido ve como algo beneficioso "que envidia me das cariño, todo el día con el bebé". ¿Envidia? Preocupada por un ser vivo y nuevo que te da pánico que se atragante con una mota de polvo y deje de respirar, el puñetero no te deja dormir cuando te caes de sueño y tu pareja te "recuerda" que te toca levantarte porque "él tiene que madrugar para ir a trabajar". Y encima te toca llevar la casa al día, sobreponerte al destrozo que ha hecho en tu cuerpo el embarazo y atender todas las visitas.

- A pesar del siglo en el que estamos no tenemos ni la mitad de libertad sexual que tienen los tíos desde hace siglos. Si ella se acuesta con muchos = puta, zorra, fresca, etc. Si él se acuesta con muchas= campeón, seductor, Don Juan, etc.

- Cada mes tenemos que sufrir una transformación en nuestro cuerpo que hace que nos sintamos muy hinchadas, nos duelan las lumbares, sentimos que tenemos a Son Goku, a Son Goan y a la madre que los parió tirándose bolas de fuego en el lugar que se supone que están nuestros pobres ovarios. Y para nosotras no vale eso de "cuando veo sangre me desmayo" porque sino estaríamos desmayadas a cada rato y en más de una ocasión habríamos pedido una transfusión urgente.

- La mujer suele ser la que se acuerda de los cumpleaños y fechas señaladas y coordina las reuniones familiares (normalmente).

- Si una casa está patas arriba se suele pensar que la culpa es de ella que no vale para la casa.

- La moda a veces parece una tortura inventada por los hombres que no tienen que sufrir cómo te quedan los pies después de pasarte una noche, monísima, con unos taconazos de 7 cm y un vestido que no te deja ni respirar (prohibido sentarse, por supuesto).

- La sociedad te presiona porque "se te pasa el arroz", ese arroz que llevas pagando a plazos desde que tienes once o doce años resulta que caduca el puñetero!!

- Si queremos salir una noche normalmente tenemos que arreglarnos el pelo, maquillarnos, combinar todos los elementos que vamos a llevar y llenar el bolso de porsiakas. Ellos, sin embargo, cogen un pantalón y una camisa y encima te dan la cartera para que se la guardes en el bolso después de echarte bronca porque llevas dos horas arreglándote. Por supuesto, si no te arreglas te dicen en ese tonito que todas conocemos "¿No te arreglas? ¿Es que no vas a salir?" Como si no pudieras salir sin disfraz!!


Que conste que esto no es ningún monólogo ni nada parecido que haya pillado de ningún sitio, son algunas reflexiones que a veces me hago a mí misma y que voy a dejar aquí porque sino no acabo la lista. Ahora la lista de ventajas de ser mujer:

- ¿?

Se admiten todo tipo de comentarios, experiencias y opiniones. Pero algo me dice que si uno mismo pudiera elegir el género antes de nacer todas nos pediríamos ser chicos para poder ganar más, hacer menos y tener la excusa perfecta "Cariño, es que tú lo haces mejor" ;)