viernes, 30 de noviembre de 2007

La Navidad

En los últimos tiempos la navidad se ha convertido en motivo de crítica social por el abusivo provecho que sacan de ella los comerciantes. Se ha llegado a calificar a la navidad de fiesta puramente comercial al mismo nivel de San Valentín. Al final la navidad se ha convertido en motivo de odio para los que justifican su desencanto debido al desembolso de su bolsillo y para los que lamentablemente sufren la soledad con más fuerza en estas fechas. Respecto a este segundo grupo no puedo hacer más que lamentarme por ellos porque la soledad es una de las sensaciones más tristes que una persona puede sufrir en la vida. Por otro lado, sin embargo, he de mostrar mi desacuerdo con el primer grupo. Yo personalmente soy una gran defensora y motivadora de la navidad, todos los que me rodean siempre me dicen que no conocen a nadie que viva tanto la navidad como yo (aunque personalmente no creo que sea para tanto).

A mí me encanta la navidad porque es cuando podemos disfrutar de varios días de fiesta para hacer cosas juntos como adornar la casa, el árbol, ir a comprar regalos, preparar una comida, etc. Y lo mejor de todo es que normalmente todo el mundo suele estar de buen humor. Además en la nevera nunca falta de nada y te permites el “lujo” no sólo de comprar sino también de comer esos caprichitos que no te permites el resto del año. Ni que decir tiene que si en una casa hay niños ellos son los encargados de repartir la alegría y las risas entre la familia. Sin embargo, a veces no hace falta que se trate de niños que vayan al colegio, también hay algunos que van a trabajar cada día y se comportan como niños.

En navidad es cuando aprovechas las reuniones familiares para estar con esos familiares y amigos que te caen tan bien pero que nunca coinciden con los huecos de tu agenda. En navidad es cuando en la tv emiten más películas familiares que nunca y más de una tarde la pasas ante el televisor echando unas risas con la familia y aunque estés viendo Solo en casa por sexta vez te sigues riendo en las mismas escenas porque… forman parte de la navidad y de la tradición. Y hablando de tradiciones, yo soy de las que opina que conocer otras culturas es adquirir riqueza y por lo tanto el hecho de que adoptemos otras costumbres no significa que menospreciemos las nuestras de siempre o que las sustituyamos. Igual que el viejo dicho popular de mientras más seamos, más reiremos así pienso yo con el resto de culturas. Por eso no entiendo por qué está siendo tan criticada la costumbre que algunos españoles están o estamos tomando de celebrar Papa Noel e intercambiar los regalos el 25 de diciembre. Me parece absurdo cuando algunas personas defienden que aquí lo que se lleva son los Reyes Magos, el Belén y el niño Jesús porque si te paras a pensar es cierto que Papa Noel se supone que viene del polo norte pero…¿acaso el niño Jesús nació en la clínica Ruber? Pues no, nació en Jerusalem así que el niño Jesús es tan extranjero para nosotros como Papá Noel. Y es que lo uno no quita lo otro. En mi casa, por ejemplo, hartos de que mi madre aprovechara para regalarnos calcetines, ropa interior o cualquier otra cosa del estilo el día de reyes decidimos celebrar también Papá Noel y así el día 25 nos regalamos un detallito (que normalmente suelen ser o los calcetines o la ropa interior) y el día 6 celebramos el Día de Reyes a lo grande con el resto de regalos. Asimismo otros años también hemos celebrado el Amigo Invisible porque nosotros somos de adoptar y adaptar todo tipo de tradiciones a las nuestras de siempre porque mientras más… más reiremos.

jueves, 29 de noviembre de 2007

El miedo y la vida

Hay personas que solo tienen miedo de tener miedo. Personas que saben que el miedo paraliza pero piensan que el mundo es demasiado interesante como para estarse quieto.

Anónimo

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Dios vuelve en una Harley

Siempre he pensado que los libros son ese tipo de amigos que casi siempre aciertan con su visita. A veces escoges un libro para leer que es justo el que necesitabas, ese que expresa exactamente lo que sientes en ese momento de tu vida. Yo hace ya mucho que leí Dios vuelve en una Harley de Joan Brady, y en aquel momento me sentí en completa sintonía con el libro. Hoy aquel momento pasó y vivo otro pero no quisiera olvidar las valiosas lecciones que aprendí con su lectura. Aquí os dejo algunas de las citas más significativas para mí:

  • Al igual que con los hombre, todo lo que no sea moderación hace que a la mañana siguiente me arrepienta.
  • Ya estoy otra vez, pensé, demasiado romántica para mi propio provecho. Siempre concediendo demasiado crédito a los hombres antes de que hagan algo para merecerlo. No aprenderé nunca.
  • Nunca hagas nada que no desees de veras.
  • El amor propio es la raíz de todos tus problemas. Renuncia al ego y dejarás sitio sólo a la felicidad.
  • Si no me empeñara tanto en ser la niña de tus ojos, no tendrías posibilidad de herirme.
  • Lo esencial es ser honesto con uno mismo para que nada ni nadie te intimide.
  • Cuando sepas con exactitud quién y qué eres, con todos tus defectos y culiadades, entonces no tendrás que gastar tiempo y energía tratando de ser distina.
  • [los chicos] no pueden aprovecharse de algo que tú no les das (…). Dales tu amor pero no les entregues tu persona. Eso sólo te pertenece a ti.
  • El truco para encajar en cualquier lugar está en no pretenderlo.

Y por último mi favorita:

- ¿No valgo lo bastante como para atraer la atención de un hombre más de cinco minutos?

Joe meneó la cabeza.

- Sabes que no es eso, Christine. ¿Por qué aludes automáticamente a alguna carencia tuya como responsable de la conducta caprichosa de otra persona? (…)

- Bueno, probablemente es una mala costumbre mía – dije yo-. Quiero decir que tienes razón. Sé que por el simple hecho de que una persona que ni siquiera conozco no muestre interés por mí no tengo que suponer que el problema soy yo.

- Continúa – me animó Joe-. ¿Entonces por qué lo haces?

- Vagancia –dije triunfal-. Soy demasiado vaga para dejar un hábito. Es más sencillo culpar de mi infelicidad a un defecto imaginario que darme cuenta de que la gente tiene todo tipo de razones para no querer comprometerse ocn otra persona, y no hay que darle más vueltas. En ningún modo es un reproche hacia mí.


martes, 27 de noviembre de 2007

Estar malo

Cuando estás malo es cuando realmente te das cuenta de la suerte que tienes y lo bien que te sientes cuando no lo estás. Cuando te duele la cabeza, la barriga o una muela es cuando intentas recordar cómo te sentías cuando no te dolía y no logras recordarlo. Sabido es de todos que el bien más preciado en la vida es el tiempo, luego hay otras prioridades que cada uno organiza a su gusto como son: el amor, la familia, la felicidad, el trabajo, la paz interior, los amigos, etc. Pero todas estas cosas dependen de una sola: la salud. Porque sin salud no podemos disfrutar de ninguna de ellas. A veces nos dan una mala noticia, tenemos un mal día o una mala racha y alguien nos dice “bueno hombre, al menos tienes salud” y la mayoría de las veces fingimos valorarlo y alegrarnos pero en realidad es como todo: no lo valoras lo suficiente hasta que lo pierdes. Es entonces cuando tienes la gripe y te duele todo el cuerpo (dolor muscular) sin localizarse el dolor en ningún lugar concreto, cuando sientes que la cabeza te va a estallar de la congestión en el próximo estornudo y cuando te pasas el día poniéndote y quitándote capas de ropa debido a los sudores fríos cuando te acuerdas de eso que te dijeron. Que razón tiene esa frase. Yo me he pasado casi dos semanas entre gripe y constipado y al intentar volver a la normalidad casi se me había olvidado cómo era mi rutina diaria antes, lo bien que te sientes cuando te sientes bien y el placer que dormir del tirón. Algunos pensaréis que a veces viene bien estar malo porque te desestresas durante unos días, te hacen mimitos y tienes tiempo de ver la tv, cosa que por cierto la mayoría de la gente suele remarcar “anda que suerte, ahora aprovecha y vete al sofá con la mantita y el zumito y a ver la tv”. Pero lo cierto es que si estás malo de verdad ni tv, ni libros, ni ordenador, ni teléfono, ni salir, ni nada, ni nadie. No te apetece nada, sólo quieres estar bueno otra vez. Y cuando te curas, te alegras y lo valoras los dos primeros días pero al que hace tres otras preocupaciones más superficiales ocupan tu mente y te vuelves a olvidar de todo y te vuelve a poner de mala leche que te deje tu novio y alguien venga y te diga “anímate, al menos tienes salud”. En fin, yo soy de las que piensa que el ser humano sabe cuáles son las grandes lecciones de la vida, sólo que las olvida constantemente. Salud!

jueves, 8 de noviembre de 2007

Cuentos para todos

Cuando éramos pequeños nuestro seres queridos nos contaban cuentos y nosotros éramos capaces casi de parar el tiempo para escucharlo con toda la atención del mundo y prestar nuestra imaginación al narrador. Cuando nos hacemos mayores, la mayoría perdemos esas dos costumbres: la de escuchar con atención e imaginar y la de escuchar/leer cuentos. Parece como si los cuentos sólo fueran aptos para niños. Pero eso no es así. Hay cuentos de todos los tipos: para niños, para mayores e incluso para niños y mayores. Yo no sé si ya soy mayor pero desde luego no soy una niña, pero aún así los cuentos me encantan. Hoy os dejo uno de mis favoritos, espero que por un momento paréis el tiempo para leerlo con atención e introduciros en él a través de la imaginación:

El inventario de las cosas perdidas

A mi abuelo aquel día lo ví distinto. Tenía la mirada enfocada en lo distante. Casi ausente. Pienso ahora que tal vez presentía que era el último día de su vida. Me aproximé y le dije:

-¡Buenos días, abuelo!

Y él extendió su mano en silencio. Me senté junto a su sillón y después de unos instantes un tanto misteriosos, exclamó:

- ¡Hoy es día de inventario, hijo!

- ¿Inventario? –pregunté sorprendido.

- Sí, el inventario de ¡tantas cosas perdidas! Siempre quise hacer muchas cosas y luego nunca las hice por no tener la voluntad suficiente para sobreponerme a mi pereza. Recuerdo aquella chica que amé en silencio durante cuatro años, hasta que un día se marchó del pueblo sin yo saberlo. También estuve a punto de estudiar ingeniería, pero no me atreví. Recuerdo tantos momentos en que he hecho daño a otros por no tener el valor necesario para hablar, para decir lo que pensaba. También me acuerdo de que en ciertas ocasiones me faltó valentía para ser leal. Y las pocas veces que he dicho a tu abuela que la quiero, y la quiero con locura. ¡Tantas cosas no concluidas, tantos amores no declarados, tantas oportunidades perdidas!

Luego, su mirada se hundió aún más en el vacío, se le humedecieron los ojos, y continuó:

- Este es mi inventario de cosas perdidas, la revisión de mi vida. A mí ya no me sirve. A ti sí. Te lo dejo como regalo para que puedas hacer tu inventario a tiempo.

Luego, con cierta alegría en el rostro, continuó:

- ¿Sabes qué he descubierto en estos días? ¿Sabes cuál es el pecado más grave en la vida de un hombre?

- No lo había pensado. Supongo que matar a otros seres humanos, odiar al prójimo y desearle el mal.

Me miró con afecto y me dijo:

- Pienso que el pecado más grave en la vida de un ser humano es el pecado por omisión. Y lo más doloroso, es descubrir las cosas perdidas sin tener tiempo para encontrarlas y recuperarlas.

Mi abuelo murió aquella misma tarde. Al día siguiente, después del entierro del abuelo, regresé temprano a casa para hacer con calma mi propio “inventario” de las cosas perdidas, de las cosas no dichas, del afecto no manifestado y empezar a ponerle remedio.

"El inventario de las cosas perdidas", Aplícate el cuento. J.Soler y M. Mercè Conangla


martes, 6 de noviembre de 2007

13 líneas para vivir

Demuéstrate a ti mismo quién eres...


1. Te quiero no por quién eres, sino por quién soy cuando estoy contigo.

2. Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar.

3. Sólo porque alguien no te ame como tú quieres, no significa que no te ame con todo su ser.

4. Un verdadero amigo es quien te toma de la mano y te toca el corazón.

5. La peor forma de extrañar a alguien es estar sentado a su lado y saber que nunca lo podrás tener.

6. Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quien se puede enamorar de tu sonrisa.

7. Puedes ser solamente una persona para el mundo, pero para una persona tú eres el mundo.

8. No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo.

9. Quizá Dios quiera que conozcas mucha gente equivocada antes de que conozcas a la persona adecuada, para que cuando al fin la conozcas sepas estar agradecida.

10. No llores porque ya se terminó, sonríe porque sucedió.

11. Siempre habrá gente que te lastime, así que lo que tienes que hacer es seguir confiando y solo ser más cuidadosa en quien confías dos veces.

12. Conviértete en una mejor persona y asegúrate de saber quien eres antes de conocer a alguien más y esperar que esa persona sepa quien eres.

13. No te esfuerces tanto, las mejores cosas suceden cuando menos te las esperas.

Anónimo.

lunes, 5 de noviembre de 2007

TV: ¿Por qué seguimos tragando aunque algo no nos guste?

Yo creo que seguimos tragando porque es lo más cómodo o porque no nos queda más remedio. Al menos eso es lo que opino yo de Gran Hermano (entre otros). ¿Por qué la gente ve GH? A mí me parece no sé.. no encuentro el adjetivo.¿Inmoral? Gente que cobra por vender su intimidad (considero muy íntimo actos como lavarse los dientes por ejemplo) y gente que paga por curiosear en la intimidad de otros y al final lo único que consigues es evadirte de las peleas de casa para ver las peleas de los demás. Peleas absurdas fruto del aburrimiento (a diferencia de las tuyas que suelen ser fruto del stress). Yo personalmente admito que la primera edición de Gran Hermano la ví entera. Caí como una tonta en el marketing que le dieron a modo de experimento sociológico y quise seguirlo, pero ya cuando a final de esa primera edición empezaron a tirarse las cosas a la cabeza, a liarse con uno y con otro, y a sacar los trapos sucios de la vida de todos los concursantes me dí cuenta de que no era un experimento sociológico basado en los concursantes, sino en la audiencia. Imagino que el experimento consistía en comprobar a qué niveles de morbosidad llegaba la audiencia apoyando o no el proyecto. Yo caí principalmente porque lo presentaba una periodista que por aquel entonces respetaba y me parecía objetiva y que ahora no puedo ni ver el modo en que se ha vendido al sensacionalismo y al culebrón (aunque al menos parece que con Diario de… vuelve a sus orígenes y muestra esa profesionalidad que le ha llevado a donde está). Pero para mí lo peor es que después el país se llenó de gente sin oficio pero con mucho beneficio que se dedica a: "ser famoso"; porque la gran mayoría de los ex-concursantes viven del cuento y se ganan la vida y se pagan las facturas acudiendo a programas de Tv para "opinar". También reconozco que si a mi me pagaran por mis opiniones también me iría a todos los programas, así que la culpa no es de ellos es de los que se lo permitimos. Y sobretodo me dan lástima los que han estudiado periodismo y se han currado sus carreras con sus prácticas y sus trabajos basura para que ahora llegue cualquiera sin currículum y les quite el puesto. En definitiva, ahora que paso más tiempo en casa me doy cuenta de por qué la gente ve Gh, pones la Tv por la mañana y lo único que hay son programas de cotilleo o programas de prensa amarilla (a ver a quién se le han cruzado los cables y le ha pegado un tiro al vecino) o series repetidas a ver si esta vez tienen mas audiencia que los 2 espectadores que las vieron el año anterior. Ante este panorama no es de extrañar que nos cuelen cualquier basura a través de la pantalla. Yo , al final, cuando pongo la Tv por la mañana he optado por poner series o películas que tengo grabadas y no he tenido tiempo de ver todavía, eso sí que me asegura pasar un buen rato sin perjudicar ni beneficiar a nadie . Os lo recomiendo ;)