lunes, 1 de octubre de 2007

Personajes fabulosos Vs. Simples mortales

Jessica Alba, Eva Longoria, Jennifer López, Courtney Cox, Eva Mendes, etc. y así podría seguir durante hojas y hojas. Lo que todas ellas tienen en común es que forman parte del mundo del espectáculo, y el espectáculo señoras y señores, no es más que eso: “un espectáculo”.Por lo tanto no es real, es una representación. Esto parece una chorrada pero es algo tan simple como olvidadizo que a veces nos tortura directa e indirectamente al resto de las féminas mortales que formamos parte del planeta, ¿Qué a qué me refiero? Sencillo, a los mil y un traumas que nos encontramos en el camino de intentar asemejarnos a ellas, pero no a las de verdad sino a las que salen por la Tv. Me explicaré: ¿cuántos artículos de revistas se han publicado bajo titulares como “los trucos de belleza de las superestrellas”, “las dietas de las famosas”, “ricas, famosas y fabulosas: Cómo lo han conseguido”, etc? ¿Cuántas chicas del mundo han –y hemos- envidiado la belleza, el tipo y la “perfección” de cierta diva del cine, la música o la televisión? ¿Cuántas chicas se han sentido mal al ver cómo sus novios babean por las chicas del póster y las contemplan como Diosas mientras que a ellas las tratan como a cenicientas? Estas y muchas otras cuestiones tienen que ver con esa chorrada tan simple que he mencionado antes: el espectáculo. Estas chicas tan admiradas tienen no sólo a una persona sino a un equipo de personas especializadas en distintos ámbitos que trabajan para que ellas parezcan así de estupendas: peluqueros, maquilladores, estilistas, nutricionistas, médicos (incluso cirujanos en algunos casos, aunque no todos), fotógrafos con masters en Photoshop para esos pequeños retoques, etc. Todo ese equipo se encarga de que ese personaje quede perfecto, a modo de diosa. Además, la mayoría de ellas –muy conscientes de que viven de su imagen- se cuidan haciendo ejercicio de forma regular y no como nosotras que después de correr llegamos, nos pesamos en la báscula y si no pesamos menos ya no salimos más con el chándal de casa. De hecho recuerdo haber leído de forma anecdótica en diversas webs que Jessica Alba confesó que provenía de una familia con mucha facilidad para la obesidad y que por eso ella procuraba llevar una vida sana y equilibrada por lo que bebía mucho agua, evitaba el alcohol y las grasas y hacía abdominales 4-5 veces por semana. No sé si será cierto, pero viendo la barriguita de la niña yo me lo creo. Está claro que si viven de su imagen tienen que cuidarla y no una vez al mes no, sino fijaros por ejemplo en los bracitos de Courtney Cox (está claro que la chica los trabaja, porque aunque una milagrosamente se deshaga de esa horrible grasa que se acumula en el brazo, para lucir ese musculito tan divino tiene que trabajárselo). El problema es que luego nosotras, simples mortales, nos desalmamos cuando nos dejamos el sueldo, el tiempo y la ilusión en cosméticos, mascarillas, ejercicios absurdos, dietas que deberían llevar a la cárcel al que las creó y al que las publica de lo insalubres que son, ropa de las rebajas, etc. Y al final, al final sólo somos nosotras con ropa nueva rebajada, maquillaje, estrías de la puñetera dieta, agujetas de los “famosos” ejercicios que se supone que practican los “famosos” y un botecito en la nevera con un poco de yogur y manzana que no sabemos cómo explicar a nuestro novio que aunque eso sea comida o parezca comida no se lo puede comer porque es nuestra mascarilla milagrosa y no es comestible. Entonces es cuando él nos mira con cara de idiota y nos damos cuenta de que las idiotas somos nosotras por no saber distinguir al personaje de la persona. Obviamente, si una actriz sale en una película ya se encargan allí de que parezca preciosa y mejoran su imagen un 120% con lo que cada miembro de su gabinete de belleza contribuye. Pero esto me recuerda a un monólogo de David Navarro en la Paramount que decía: “somos idiotas cuando pretendemos que las hamburguesas nos salgan en casa igual que en la hamburguesería, si ni siquiera al tío de la hamburguesería le quedan igual en su casa que en la hamburguesería!!!” Pues esto es lo mismo: ni siquiera ellas son capaces de reconvertirse a sus personajes en su casa sin su equipo de belleza, ¡¿cómo lo vamos a conseguir nosotras con una brocha y una mascarilla de yogur con manzana?! Este es el aspecto cómico de este asunto, he de decir que para quien esté interesado puede reflexionar sobre cómo afecta esto a la población adolescente cuando toman como modelo a imitar a mujeres anoréxicas que simbolizan el éxito, la felicidad y el glamour. Pero ese es otro tema del que ya hablaré otro día. Por hoy os dejo con este video de Dove donde veréis una muestra de lo que gabinete de belleza del que os he hablado antes es capaz de hacer, no perdáis detalle y ánimo a cualquiera a que nos cuente cuántas personas llegan a intervenir en el proceso.

Por cierto tras haber ojeado varias fotos de este tipo he llegado a una conclusión: lo mejor es intentar resaltar tu belleza natural como hacen Eva Mendes o Roselyn Sánchez y maquillaje el justito porque está claro que aunque la mona se vista de seda mona se queda y sino mirad las fotos: http://tuvida.aol.com/moda-y-belleza/fotos/estrellas-sin-maquillaje

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que fuerte lo de las fotos! Como cambia Eva Longoria, lo q hace el maquillaje... Creo q me voy a hacer maquilladora!!

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo, hay muchas chicas que se olvidan de que las mujeres de las revistas no son más que un producto creado por un equipo de profesionales y se obsesionan con parecerse a ellas cometiendo barbaridades para conseguirlo. Yo estoy harta de decirle a mi hija que ninguna de esas actrices sabe arreglarse así de bien ella solita que eso es obra de un equipo de estilistas pero ella sigue ahí leyendo mil revistas de trucos de maquillaje y peluquería... ahora eso sí, el día que empiece a hablarme de la dieta de jennifer aniston o la de la Rociito tendremos una charla más seria