sábado, 10 de diciembre de 2011

No puedo hacer deporte porque... ¡excusas!

En lo que se refiere a ponerse a excusas a una misma para no hacer deporte por pura pereza me declaro una experta: hace frío, hace calor, tengo hambre, acabo de comer, me duele la espalda, es tarde, es pronto, no quiero hacer ruido, es que hay gente en casa, es que estoy sola, .... y podría seguir un buen rato. ¿Y por qué? Pues porque mi gremlin perezoso es todo un seductor, el tío me lía, me conquista y me lleva a su terreno y yo encantada. A veces parece una especie de gremlin-George Clooney al que le dirías que sí a todo. ¡Pero eso no puede ser! Una tiene que ser fuerte y aprender a ignorarlo. ¿Pero cómo? Pues os contaré mi método, que me suele funcionar con muchas otras cosas en la vida. De hecho lo utilicé para dejar de fumar y no me costó ningún esfuerzo dejarlo (ninguno). El método se basa en buscar resultados positivos inmediatos. Por ejemplo, cuando se me pasó por la cabeza dejar de fumar ocurrió de repente una noche que me quedé sin tabaco a las 3 de la mañana en verano en mi casa y no había nada cerca abierto para comprar más. Estaba con mi amigo de charleta nocturna y empezó a entrarme una ansiedad y una mala leche, entonces mi amigo me dijo "tía, estás enganchada totalmente!". Tengo que decir que siempre había presumido de lo contrario pero en ese momento me di cuenta de que mi ansiedad venía de mi dependencia del tabaco. Me entró tanta mala hostia depender de algo (odio sentirme dependiente) que decidí dejarlo. Así que me puse a leer el libro Cómo dejar de fumar si sabes cómo de Allen Carr. No es que el libro hiciera maravillas, siempre pienso que cuando alguien te plantea una solución no te está ofreciendo LA solución sino una alternativa. Así que busqué la mía propia y me puse a pensar en qué cosas no me gustaban del tabaco: que me dejaba un aliento horrible (sobretodo para besar), que me dificultaba distinguir del olor y el sabor de la comida y que me cansaba un montón subiendo las escaleras o haciendo cualquier mínimo esfuerzo. Esto unido al tema de la dependencia y por supuesto de todo tipo de enfermedades que suelen desarrollar los fumadores (incluido el cáncer). Pero esto último no era algo que fuera a ver de forma inmediata, eran consecuencias negativas a largo plazo así que elegí las que eran a corto plazo. Me encendí el que decidí que era mi último cigarro y lo disfruté lentamente saboreando cada calada. Cuando se acabó, lo apagué y empecé a decirle a todo el mundo "he dejado de fumar". Muchos me preguntaban "¡Qué bien! ¿Lo estás dejando?" pero yo cabezona les decía "No, no. No lo estoy dejando, lo he dejado" super rotunda. Y ese mismo día después de lavarme los dientes a conciencia empecé a disfrutar de los sabores y los olores de la comida y cuando vi a mi chico le pegué un tute de besos que el pobre se quedó hecho polvo. ¡Qué gusto dar un beso sin sabor a tabaco! Eso ya me motivó desde el primer momento pero para mi sorpresa a la semana siguiente subí las escaleras y no me costó. Sólo una semana (admito que yo fumaba tela) y ya tenía beneficios. Por eso me resultó fácil y lo conseguí.
Ahora con el deporte hago lo mismo. Esta semana me puse manos a lo obra de nuevo: plan numero tropecientos mil para ponerme en forma y perder unos kilos. Me dediqué el domingo entero para reflexinar sobre qué cambios quería hacer en mi vida, escribí mucho sobre ello, me depilé, me pinté las uñas, me duché, me puse cremitas y mascarillas e hice ejercicios de relajación. Como nueva. Llevaba más de tres semanas sin hacer nada de nada y mi espalda empezaba a oxidarse y me quedaba enganchada en un abrir y cerrar de ojos. Así que cogí mis apuntes del libro Estupenda en 9 semanas y media y decidí seguir la tabla de deporte al pie de la letra.
¿Cómo me fue? Pues primero me hice un plan semanal de comidas (no sigo el que propone Juan Rallo exactamente, lo he variado un poco a mis puñeteros gustos culinarios). Luego cuadré el ejercicio en mi plan semanal (por escrito) busqué los huecos más apropiados: 3 días de cardio justo cuando volviera de las clases (de 19-20h ese ratito que se me va antes de la cena y lo suelo perder haciendo el tonto). Cuando tienes que reengancharte al deporte el truco está en no pensar. Es decir, vienes de la calle, te cambias de ropa sin cruzar ni una palabra con tu subconsciente (si los gremlins te hablan pones música y cantas más fuerte que sus voces) y a ello. Sin perder ni un segundo. Como entres por la puerta y te lo pienses ya no haces nada. Al menos eso me pasa a mí, me enfrío, me relajo y me dejo llevar por la voz del gremlin-Clooney.
Volviendo al tema, había cuadrado las 3 sesiones de cardio que proponía Juan y me quedaba cuadrar los ejercicios de musculación. Soy una vaga declarada y en invierno con tan poco sol más todavía. Sabía que si los podía por la tarde pasaría de lo de siempre: bueno, hoy no lo hago y mañana hago el doble. Mañana como tengo el doble me da pereza y propongo el triple para el día siguiente, llega el día siguiente con el triple acumulado y me da la risa. Vamos que lo pospongo hasta que desaparece.

Truco para evitar ese autochantaje: me voy a levantar 1 hora antes de lo habitual, no voy a subir la persiana siquiera para no ser consciente de que es de noche todavía y autoconvencerme que ni las calles están puestas. Suena el despertador, me visto lo más rápido posible, me aseo, me enchufo los cascos con música cañera y a ello. Primero estiro suavemente, luego me subo a la plataforma vibratoria para que me reactive la circulación mientras voy bailando encima, luego bailo media canción para calentar otro poco y a ello. Durante los ejercicios pongo mucha atención en la respiración, es la base de todo deporte pero de las pesas y las abdominales más todavía. Si te centras en la respiración logras cualquier objetivo por mucho que cueste. Cuando acabo estiro y hago un par de ejercicios de taichí. Me pego una ducha, me vuelvo a poner los cascos, me pongo cremita y a desayunar. Resultado: genial. Me siento orgullosa de haberme dedicado una hora al día para mí. Esto es lo más importante, sentir que te quieres, te cuidas y sobretodo te lo mereces más que nada porque en la vida no hay nada más importante que tú. Empiezas el día sintiéndote a gusto, realizada, orgullosa, en marcha y de buen humor. Y como resultados positivos inmediatos: me siento más ligera y ¡ya me agacho sin quedarme enganchada! El dolor de espalda ha desaparecido. Tengo que decir que era un dolor molesto pero leve, probablemente un reclamo de mi cuerpo que me decía que me estoy pasando de sedentaria. ¿Cantamos victoria? Por hoy sí, pero si mañana no vuelvo a la carga todo lo conseguido se desvanece: vuelve el dolor de espalda, el mal humor, la sensación de ir de culo y no tener ni un momento para ti, la culpabilidad por no cuidarse y a veces los problemas de estómago derivados del estrés y la ansiedad que voy acumulando.

Así que ese es mi truco para no ponerme excusas: pequeñas metas (cumplir la tabla diaria), programar el deporte en momento que sé que puedo (aunque no me apetezca) y buscar mi recompensa inmediata (los beneficios que obtendré al momento).

Espero que esto sirva o de ideas a todos/as los que nos ponemos mil excusas para no hacer deporte. Os seguiré informando de mis paranoias a la hora de perder unos kilos y ponerse en forma y de cómo me va con el plan propuesto por Juan Rallo.

¿Vosotros también os ponéis excusas? ¿Tenéis un gremlin seductor responsable de la pereza dentro de vuestra cabeza? ¿Qué truquitos empleáis para manteneros en forma?


2 comentarios:

Gaia dijo...

Hace un año bajé 4 kilos y pensé lo mismo que vos: Me levanto a la mañana, me siento linda, me hago un plan para caminar y comer bien, lo cumplo al pie de la letra ->No puede fallar.
En dos meses chau pancita! Es tan bueno! Porque ahora puedo darme algun gustillo. Cuando me siento desubicada paro y comienzo a recapacitar de nuevo, y vuelvo al ejercicio y todo lo demás. Es una lucha constante, pero como decis vos: las pequeñas metas jamás fallan. Me pesaba todas las semanas y bajaba unos 300 grs. Asi que te digo que no te desanimes! Vos podés con todo. Y felicitaciones por tu iniciativa y por las ganas que le ponés al dejar de fumar. Sos todo un ejemplo a seguir. Pocos recapacitan o toman conciencia así.

Saludos! Y exitos!

http://barby-gs.blogspot.com/

Renata dijo...

te admiro por tu planeación....yo tengo ya casi 7 semanas en esto de la vida sana y aunque es difícil a veces y da flojera, la vdd al final del día uno se siente muy bien =)

Ps. Amo la foto del gato, tengo una foto parecida de mi gata jaja no más le falta la cerveza =)

Saludos!