domingo, 5 de octubre de 2008

YO Y EL AMOR

A veces cuando veo una película dicen algo que llama mi atención y si tengo oportunidad tomo nota de ello. No siempre el motivo es el mismo, unas veces es porque resumen algo que yo también comparto, otras porque se trata de un pensamiento o frase muy bonitos, o de un momento mágico que me gustaría recordar o que me recuerda alguno mío, y otras porque tocan algún tema sobre el que pienso de vez en cuando. Éste es el caso de las citas que apunté cuando vi Sexo en Nueva York: La película. Se trata del tema: Yo y el Amor. Así en mayúscula ambos. Y es que tradicionalmente nos suelen vender que lo bonito es amar al otro por encima de todo (más que la propia vida), que se ha de renunciar a cualquier cosa por conservar ese amor, esa relación. Lo dicen las películas “bonitas”, las canciones de amor, las novelas, los poemas, la tradición en general. Y es que a veces tenemos algo tan mamado que cuesta apartar la vista de lo conocido y ver qué más hay.

Este tema es algo que me ronda la cabeza desde hace tiempo porque es algo que yo aprendí a base de jarabe de palo. Yo también había mamado de la tradición toda mi vida así que tan loca y ansiosa estaba por encontrar a mi príncipe que cuando llegaba el momento y él no aparecía cogí al primero que pasó por delante (o eso pienso a veces) y esperé de él la actuación propia que en los cuentos de hadas él le da a ella. Ni qué decir tiene que eso no ocurría y que yo me empeñaba en justificar su comportamiento bajo el a veces eterno manto de la inmadurez masculina (son como niños y a veces alguno incluso sin el como). Bueno, yo había crecido en la tradición así que hice lo propio y le di todo mi ser, le ofrecí mi amor, mi tiempo, mi todo. Le quise más que a mí misma y aquí la cagué. Pero hasta el fondo. No sólo porque un día él dio el portazo y no sólo tuve que aprender a vivir sin corazón –porque yo se lo había regalado- sino que además tuve que aprender a vivir sola. Sola de espíritu. Durante cinco años le di tanto que yo me quedé sin nada. Y entonces en lo más profundo del pozo me prometí que sólo había una salida y que era hacia arriba pero que esta vez no iba a cometer ese error. Será por errores que a veces somos tan idiotas de cometer el mismo varias veces en una sola vida. Pues éste no, puedo repetir de otros, pero os aseguro que éste no lo cometeré. No volveré a querer a nadie por encima de todo, y lo que es más, no volveré a querer a nadie más que a mí misma. Yo no sé cuánto ni cómo pasaré mi vida junto a esa persona pero lo que tengo claro es que siempre la pasaré conmigo, mi vida sin mí no existirá así que a partir de ahora la prioridad soy yo. Es fácil decirlo, no tanto hacerlo pero con el tiempo y la práctica… A veces he hablado de esto con otras personas que me han acusado de egoísta, pero ese es otro tema para otro día ¿ser egoísta es malo siempre? Yo creo que no. Aunque esta teoría la dejo para otro post. Sólo deciros que nada es malo en exceso y que sólo cuando uno está bien puede ofrecerle algo bueno a los demás. Y es que aquí tengo que hacer un comentario feminista, lo siento por los chicos, pero lo cierto es que la mayoría de las tontas que se sacrifican por su pareja somos las mujeres. Nosotras cedemos terreno en nuestro desarrollo profesional, en nuestra tiempo y rutinas y en nuestro cuerpo porque no sólo albergamos una vida durante 9 meses a pesar de nuestra salud sino que después de pasarnos todo ese tiempo hinchadas, pesadas, cansadas, a base de mil cuidados luego tenemos toda la vida para dormir con un ojo abierto pendiente de las criaturitas y a veces con los dos ojos abiertos si a las criaturitas les da por mamar cada dos horas. Pero bueno, ya me estoy yendo por las ramas, hoy quería centrarme en el concepto de amor, pareja y uno mismo. En el tema de cómo a veces renunciamos a nosotros mismos por miedo a perder al otro, miedo a no agradarle, miedo a perder lo que tenemos, miedo a que muera el amor, miedo.

Este tema es el que más me rondó la mente mientras veía la peli de Sexo en Nueva York. Aquí van las citas:


  • Miranda: “Yo dejé de ser como era por ti” ¿Cuántas veces tratas de agradar tanto al otro o no disgustarlo que acabas transformándote en otra persona? Como dice una canción de ECDL “Ya nada volverá a ser como antes, nunca dejaré que nada me cambie”. Uno debería ser siempre uno mismo, al fin y al cabo, eso es lo que enamoró al otro.

  • Carrie a Charlotte: “No puedes dejar de ser tú porque tengas miedo”. Cuantos destrozos causa el miedo en nuestras vidas, si supiéramos que en cuanto le plantamos cara desaparece seríamos más valientes a diario.

  • Samantha a Smith:“Voy a decir una cosa que no se debe decir nunca: Te quiero. Pero me quiero a mí más. Y llevo queriéndome y mimándome 49 años y he de trabajar en esa relación para que siga así. Tú encontrarás a una mujer estupenda que te querrá por encima de todo”. Ella misma dice que se trata de algo que “nunca se debe decir” sobretodo si no quieres ser acusada de egoísta. Pero lo cierto es que el amor es algo grande, pero no lo vale todo. No vale una vida. Al menos no la mía. Tengo la suerte de tener más cosas grandes en mi vida aparte de mi pareja. Le quiero muchísimo, pero de una forma sana para los dos. Trato de evitar que ninguno se haga responsable de la felicidad del otro.

Para terminar el post, sólo deciros que hay otros caminos, y que si Romeo y Julieta lo hubieran sabido entonces, nadie hubiera sabido nunca de ellos pero seguro que habrían vivido muy felices para siempre en el anonimato. Ojalá Romeo se hubiera presentado en casa de Julieta con el depósito lleno y le hubiera dicho:


“Ay niña no te bebas el veneno
Que en esta vida hay que disfrutar”

(Vámonos, ECDL)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Uffffffff tema tabú para mí, sobre todo, por que hace tiempo que he dejado de pensar en él. Uno de los daños más dificiles de superar es el del amor o el del desamor. Me encantaba esta serie por eso mismo, mil y una manera de ver la vida, el amor y la amistad de maneras totalmente distintas. No soy la más indicada para opinar sobre este tema puesto que hace mucho que deje de creer en el amor, quien sabe.... igual mañana me tropiezo y un principe evita que me caiga y surga en el amor...

Biquiños.

Sil dijo...

Me ha encantado tu post. Tambien pieso que el desamor es una de las cosas mas frustrantes para una persona. Y aunque los chicos tambien son bastante sufridores algunos)no creo que renuncien a tanto.

Pd: I love SNY!! jje

Anónimo dijo...

mmm, yo acabo de terminar en una relación de 9 meses... y eso de que la mujer es la que se abandona así misma y deja aún lado su carrera profesional y todo... nada =) no siempre..

En mi caso fuí yo el que dejó hasta su trabajo de tiempo completo por ella, para pasar más tiempo.

Y siempre me quice a mí y a ella.. hasta que ella me dijo:"Eres un egoísta" ahí!
perdí todo...

mi amor propio y mi valía se vinieron abajo y me dediqué a quererla a ella más...

al final lo que hizo fue tirarme =)

en fin!

Por cierto me dí cuenta que mi egoísmo era lo que le atraía de mí, cuando dejé de serlo ahí nuestra relación y su atracción murió..


saludos!
y buen Blog!

rakelita dijo...

Enamorse es bonito... yo llegué al punto de "locura" cuando me enamoré de aquella persona. A los 9 meses él quería formalizar la relación y yo creo que no estaba preparada para ello. Nuestro amor es mental... en mi caso me cree una fantasía... había encontrado mi principe azul... pero menos mal que abri los ojos y descubrí que no era así. Pero con el tiempo... esta relación aún no ha terminado... somos amigos y quien sabe si volveremos a estar juntos...el destino es caprichoso e inevitablemente yo me declaro una persona que no puede vivir sin amor... Para mi una vida sin amor es como un cheque sin fondos... Besos :)