lunes, 1 de diciembre de 2008

Indiana Jones no tenía miedo

Hay personas que viajan por todo el mundo (cambiando de trabajos, viviendo de becas, siguiendo amores pasajeros, etc) que nunca tienen residencia fija ni trabajo estable y se pasan la vida conociendo gente nueva y viviendo nuevas experiencias a diario. Hay otras personas, sin embargo, que en mayor o menor grado se pasan la vida acongojadas en una esquina temiendo cualquier pequeño cambio en su rutina diaria y con el corazón en un puño suspirando sólo de pensar qué desgracias podría traer el futuro. Sus vidas están llenas de miedo, rutina y quejas sobre lo uno o lo otro. Yo personalmente suelo ser una de las covardicas enganchadas a la seguridad con la que me arropa el manto de mi rutina. A veces tengo la suerte de conocer personas del primer grupo que me regalan energía y ganas de vivir sin miedo. Poco a poco voy aprendiendo a ser más valiente y aventurera, a ver la oportunidad de aprender de la crisis y tomarme lo nuevo como un reto excitante lleno de aventuras, aprendizaje y obstáculos por sortear. Porque un cambio no es otra cosa que eso, un cambio, no necesariamente tiene que venir apegado a esa horrible y negativa acepción de "mal rollo" con el que la sociedad le ha teñido hoy en día. Evoco en mis pensamientos a los grandes superhéroes y aventureros al estilo Indiana Jones y no me los imagino llenos de miedo por coger un avión y largarse a empezar desde cero, por cambiar un trabajo asqueroso por uno vocacional después de conseguir un puesto fijo o por tener la suficiente entereza para hacer realidad sus sueños. Cuando conozco a personas como mi amiga Vero de la uni que va viviendo un año acá y otro allá terminando la carrera y realizando montones de diferentes trabajos, sola, con su mochila y su portátil me siento como si hubiera conocido a una especie de aventurera de película. Imagino el miedo y la ansiedad que representaría para mi separarme de mi familia y mi país para irme a vivir a otro lugar a la aventura y lo comparo con el entusiasmo y la ilusión con que lo encara ella y me da envidia sana. Por eso, hace poco que he puesto en práctica eso de calzarme el sombrero y el látigo a lo Dr.Jones con tal de cargarme cualquier malo-malote o pedrusco gigante que me impida conseguir mis sueños. Al fin y al cabo, ¿qué es lo peor que puede pasar?

El temor es el resultado de la idea prejuiciosa de que uno no va a poder afrontar lo que se avecina. (J. Bucay)



4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo me he independizado muy joven y he tenido momentos en los que me he arrepentido y otros en los que me siento orgullosa. La verdad que a mis 31 años he vivido muchisimas cosas, buenas y malas y he aprendido arriesgarme. Es algo que recomiendo a todo el mundo, eso si, llega un momento que quieres estabilidad y eso es lo que me está pasando ahora a mi, quedarme ya en un lugar, pero creo que si tuviera que volver a irme, lo haría sin pensarlo dos veces.

Biquiños¡¡¡¡

Anónimo dijo...

Primero me encanta Bucay y la frase q has escogido es genial. Segundo tienes razón, pr creo q tb hay q ser capaz de agarrarse a las cosas, creo q a veces cambiar tanto tb es por miedo para no aferrarse ni depender de nada (por ej: Indiana Jones tenía miedo a enamorarse para q no le hicieran daño). Yo soy de las cobardicas.. pr voy aprendiendo y aceptando e incluso disfrutando con los cambios. Pr tampoc quiero volverme aventurera.. QUiero quedarme a la mitad.. besos guapa.
Ah ya me he puesto al día con tu blog, siento la tardanza pr ando liada, pr como decias posts atrás siempre sacaré tiempo (aunq sea tarde) para leerte (auqn sean 6 post de un tirón como hoy)
Ha sido un placer.. besitos

Anónimo dijo...

Dices ser una de las cobarditas, yo digo ser una de las osaditas que se pasa emprendiendo un viaje cada día, pero a veces quisiera encontrar una esquina en la cual me sienta feliz y quedarme allí, que la gente deje de pensar que no me quedaré en el mismo sitio mucho tiempo, y esas cosas. Todo tiene sus ventajas y desventajas...

Un abrazo! =)

PD: y no creo que seas una cobardita

Dita Ciccone dijo...

yo me cago cada día más... tenía más huevos cuando me fui de casa con 18 que ahora...
no sé por qué... va a tener que venir a buscarme Indiana Jones... igual así, me lanzaría, jejej