sábado, 15 de noviembre de 2008

Fashion victims

Me mandaron este monólogo por mail y es que no tiene desperdicio, ni por la razón que tiene ni por lo que te hace reír. Para vosotras chicas!! FELIZ FINDE!!


He tenido una revelación, una visión transparente de la realidad que nos envuelve cada temporada:

Las mujeres somos víctimas de un complot urdido por mentes perversas que se reúnen en un lugar secreto cada seis meses y deciden lo que ellos llaman 'tendencias de moda'.¿Quiénes son? ¿Cómo lo hacen? Yo me imagino que llega Paco Rabanne y dice:
- 'Veo en mi interior que este invierno se va a llevar el azul petróleo'.Y saltan a dúo Victorio y
Lucchino:
- 'Eso, eso. Y los jerséis sin mangas, pero de cuello alto y Chachemira, ¡y que se jodan, a pasar calor!'.

¡Y date por jodida! Porque la moda no es una industria. ¡Es una secta dirigida por maricones!
Y de esos seres que nos odian porque querrían ser como nosotras ¿qué podemos esperar?... Si nos hacen ir con estos pantalones que se abrochan en la rabadilla y nos hacen creer que vamos bien (creo que lo hacen para que nos pongamos esos ridículos tangas que tanto molestan). O con esos otros pantalones de pata larga que van limpiando las aceras. O esos zapatos de tacones + plataforma que harán las delicias de generaciones y generaciones de traumatólogos y pedicuros.


¿Sabes lo que son las fashion victims? Pues son las mujeres que han caído en sus redes y ya no pueden escapar. Esas que cuando se acercan a un escaparate, oyen voces en su cabeza: 'El poder de la moda te obliga', 'el poder de Dior te gobierna' 'Lo pagas con la tarjeta y no te enteras'...

Realmente, yo me dí cuenta del poder que tiene esta secta cuando intenté comprarme la semana pasada un vestido rojo para la boda de una amiga. Parece fácil, ¿verdad? Un vestido rojo. Pues no. ¡Porque las tiendas están 100% en el ajo! Son las representantes de Dior en la tierra. Y, claro,

llego yo, y le digo a la dependienta:

- Buscaba un vestido rojo.
Y me suelta:
- ¿Rojo? Pues me parece que no va a poder ser. Este año no viene NADA en rojo. Este año viene el azul petróleo. -Con un tono monocorde y un punto de 'Es que no has visto el Elle aún, tonta?'
- ¿Y eso rojo de ahí?
- Eso es la funda del extintor, pero si quieres te la saco.


¡Así es como empiezan las sectas: anulando tu voluntad! Porque, de repente, me veo diciendo:
- Vale, sácame uno azul petróleo de la 38.
Y, en ese momento, la dependienta me mira como se mira un Fiat Panda desde un todoterreno:
- ¿La 38? Tú estarás entre la 40 y la 42.
Claro, yo la miré a ella como diciendo: 'Y tu estarás entre gilipollas y tonta del culo'. Pero le dije:
- Perdona, yo soy una 38.
- No, si ya. Pero es que este año viene la 38 muy ceñida, ¿sabes?


Y es que ese es el segundo paso de la estrategia de la secta. Disminuir tu autoestima para poder dominarte mejor. Ahí, yo, fuerte, me dije:
- Con esto no me pillan. ¡Yo me pruebo la 38 aunque me la tenga que meter a rosca!
Y, claro, te miras al espejo y ves lo que ves. Una morcilla. Una morcilla azul petróleo.

Y digo yo: si en todo el mundo un metro son 100 centímetros y un kilo son mil gramos, ¿por que la talla 38 no es siempre la talla 38? Tú vas al Carrefour y la talla 38 se la puede poner King África y, sin embargo, te vas a Versace y la 38 no se la pone ni Melody después de su anorexia.

Total, que hice lo que hacemos todas: llevármelo. Si, porque pensé lo que pensamos todas: 'Así me obligo a adelgazar'. 'Me obligo a adelgazar.', que tengo tres semanas.


¿Seremos idiotas? A las dos semanas te estás obligando a regalárselo a tu sobrina. ¡Es casi como comprarte unos zapatos del 34 para obligarte a que te encoja el pie!

Pero es que ese es otro de los síntomas de que estás entrando en la secta: someterte voluntariamente al sufrimiento físico. Aunque, a veces, cuando todavía no estás abducida del todo, consigues tener un momento de lucidez y decir: 'No, no me lo llevo'. Y, entonces, esa enviada del mal que es la dependienta te dice la frase definitiva:
- Llévatelo, no seas boba, ¡que lo puedes devolver!
¡Y lo compramos! Como lo puedes devolver... Eso es como comerte un trozo de moqueta: ¡como lo puedes devolver!

Así que volví a casa con mi vestido azul petróleo de la 38. Me lo pongo y le pregunto a mi marido:
- ¿Como me queda?
- Pequeño.
- ¿Si? ¿Crees que me marca mucho?
- Te va a hacer llagas y no podrás respirar más que 20 minutos, por no hablar del entrar y salir del coche.


Ahí me dije: 'Tere, modérate. Esta es otra prueba. La secta de la moda quiere que rompas lazos con tu entorno'. '¡No, no van a poder conmigo!'.


Me lancé a la calle, devolví el famoso vestido azul petroleo de la 38 y no paré hasta que encontré el único vestido rojo que quedaba en toda la ciudad. Cuando lo vi, dije: '¡Me lo compro! ¡Que le den a Paco Rabanne !. Y que Victorio le dé a Lucchino …' ¡Ja! Y salí de la tienda triunfante, con mi vestido rojo. Pero la alegría me duró dos escaparates.


Es algo que nos pasa a todas las mujeres. De repente, se te viene el mundo encima: 'Coño, ¿y qué hago yo con un vestido rojo, si este año lo que se lleva es el azul petróleo?' Oye, que no pude pegar ojo en toda la noche. Tuve unas pesadillas... Estaba yo en una misa negra, atada de pies y manos, y los grandes gurús de la moda, rodeándome como en Poltergeist: 'Tereee. Veeen hacia el glamouuuuur.' Y yo me veía como un tomate gordo enmedio de un bol de caviar en una foto del Vogue.


Total, que me desperté, empapada en sudor y dije: '¡Vale, esta bien! ¡Me rindo!' Volví a por el vestido azul petroleo, resistiendo la mirada entre condescendiente e irónica de la desgraciada de la dependienta (una sacerdotisa de mínimo rango de la secta, al fin y a cabo), me unté entera con vaselina para que me entrara el traje, y me presenté en la boda de mi amiga Jessi, vestida de azul petróleo y más rígida que el palo de una escoba.

Cuando llegué a la iglesia me encontré con que íbamos todas iguales....Allí había más azul petróleo que en una playa del golfo Pérsico. Hasta la bisutería étnica era la misma!!
Ahí te das cuenta de que te han captado, has entrado en la secta, y a partir de ese momento honrarás a Victorio y a Lucchino y a Yves y a Saint Laurent, que no nombrarás a Chanel en vano y amarás a Dior sobre todas las cosas.

Soy irrecuperable.

PD.¿Alguién me puede explicar por que coño se le llama color 'azul petróleo'?? Tardé siglos en comprender que las cosas pueden ser de color buganvillia, que no es fucsia, ni rosa fuerte, ni lila claro, no me jodais ahora con el azul petróleo, pretendiendo que no es azul marino, oscuro, ni azul noche, por favor!!
El petróleo es negro, NEGRO como un grillo!!

Por cierto, ¿habéis visto el último traje chaqueta de Letizia?.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La moda... aunque a veces no queramos "seguirla" terminamos haciéndolo, simplemente porque algunas no podemos fabricar ropa que se adapte a nuestro gusto y estilo, ni mucho menos imponer modas. Pero dentro de todo siempre se encuentra algo que va con nosotras y que no nos haga vernos igual al resto, ni caer en un patrón establecido por "la moda".

Saludos y un abrazo =)

Anónimo dijo...

Creo que las modas son para gente con falta de personalidad (casi siempre) no quiero entrar en discursiones :P . Si decides llevar algo de ropa que te gusta,sienta bien,y es comodo, pues fenomenal. La moda crea prototipos falsos y antinaturales. Chicas y chicos disfrutad de comprar ropa que realmente os haga sentir bien y el mundo os identifique tal y como sois.

Besitos.

Anónimo dijo...

jaja, ya lo había leido, pr me encantó. besos